La Noche de la Leona

02/06/19 06:52

Hoy echo la vista atrás y parece que hubiera pasado un milenio desde la última vez que escribí aquí. El mundo sigue igual, Málaga sigue igual… pero para mí nada es lo mismo. Mi vida ya no es la misma, yo no soy la misma. 

Después de varios días con la sensación de que me seguían, cuando el viernes me encontré una nota citándome al anochecer me pregunté quién podría haberla escrito. Un acosador, un admirador, un loco… (o acosadora, admiradora o loca… puto patriarcado, admito que lo primero que pensé fue en un hombre). Cualquiera con dos dedos de luces habría llamado a la policía y fin de la historia… pero ese mensaje era muy personal, y lejos de parecer inquietante, sonaba cercano. Como si el autor o autora me conociera. Mi abuela me enseñó que el coraje es la mayor virtud, así que decidí echarle ovarios e ir. Ahora entiendo que todo comenzó con esa decisión.

Esa noche conocí a la Leona. No iba sola, al igual que yo tampoco lo estaba allí, pero ahora mismo el resto tampoco importan. Ella me propuso un trato y yo lo acepté… aunque tampoco tenía muchas más opciones. 

Si pudierais elegir entre hacer justicia contra un culpable o dar descanso a un inocente, ¿qué elegiríais? 

Yo elegí borrar mi pasado para que no me distrajera en mis luchas futuras. Elegí desterrar la compasión para obtener determinación. Ahora el mundo es más oscuro, y sin embargo tengo la impresión de que encajo mejor en él.  

Queda poco para el amanecer y con el final de la noche acaban las líneas del que probablemente sea el último post de este blog. En unas horas le darán a mi madre la noticia de la muerte de mi padre. Me pregunto si ella se sentirá tan liberada como yo. 

Porque eso fue lo que me ofreció la Leona: libertad.

Helena Expósito