hombre lobo
rabia en malaga
relato
rol en vivo
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La quietud de la noche era interrumpida por el vocerío de una manada rota, desestructurada y
amenazada.
El cachorro observaba horrorizado como una sombra desgarraba a su hermano. Su alma se
fragmentaba y el terror cabalgaba por sus venas. Un cálido riachuelo se le abría paso pierna
abajo mientras que el cuerpo de su compañero se desplomaba sin vida. Con los ojos anegados
de lágrimas y el corazón encogido, comenzó a huir desesperanzado.
Terror, ira, ansiedad y frustración hicieron acto de presencia en la psique del cachorro que no
hacía más que culparse por haberse quedado quieto, por no haber sabido proteger a su
hermano. A su familia.
Las palabras de África y Tony resonaban en su cabeza:
“Tú eres la lógica que nos guía, el temple cuando la tempestad está en su punto más álgido, el
que nos levanta cuando caemos y nos da un motivo para continuar”.
El recuerdo de Philip hacía mella en él y la sensación de inutilidad volvía al rompeola de su mente
con una fuerza insoportable. Su hermano mayor, su mentor, aquel con el que había reído,
bebido y llorado, había muerto para proteger a toda la tribu, para protegerlo a él y a sus
hermanos y solo sirvió para que se quedara contemplando la muerte de otro cachorro más.
La amalgama de sentimientos que bullía en el joven corazón del cachorro convergían en un una
mezcla etérea y nueva que se abría paso y desgarraba todo pensamiento lógico. Rabia.
La mente se le nublaba, la libertad le envolvía y la fuerza le invadía. Estaba ocurriendo, el primer
cambio había llegado.
El cachorro trastabilló y cayó al suelo. La excitación aún le invadía, por lo que intentó levantarse.
No podía, algo iba mal. Las fuerzas le abandonaban y sentía que se le escapaban por la cintura.
Noctiluca contemplaba lo que quedaba del cuerpo de su presa; la mitad inferior yacía unos
metros atrás.
Rodri, que aún no entendía bien por qué se sentía sin fuerzas, sonreía inocente y se repetía una
y otra vez:
“Por fin, le soy útil a la manada. Por fin podré proteger a mi tribu. A mi familia”.
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