Roberto McDeen - Málaga Nocturna

Roberto McDeen


Realmente, de todo corazón, creo que existe gente buena. Gente que intenta que el mundo sea mejor, que pone los intereses y las necesidades de los demás por delante de las suyas, gente que intenta mejorar su vida y la de los demás, sin hacer daño, humillar o hundir a nadie. Gente buena de corazón… Hasta que el mundo les da una patada en la boca, hasta que el mundo se ríe y los humillas. Hasta que se topan de narices con la puta realidad de este mundo de mierda.

Cuando ocurre, cuando se dan de bruces con esta oscura realidad, dejan de lado sus buenas intenciones. Se convierten en personas grises, en zombis que viven sin vivir, sin mirar a los lados, sin mirar a la gente que anda junto a ellos, con ellos. Sombras empañadas de miedo, tristeza y odio a partes iguales.

 

Por suerte, esto no pasa siempre. Por suerte, algunos abrimos los ojos. Nos damos cuenta de que la única forma de combatir el fuego es con fuego. De que la única forma de combatir a esos hijos de putero que destruyen el mundo y utilizan a la gente como ganado, es ser más listos que ellos, pero sobre todo, más cabrones e hijos de perra.

En Málaga he encontrado un buen puñado de cabrones y cabronas, dispuestas a partir huesos y hacer sangrar a los de arriba, a los corruptos, a los abusadores y a cualquiera que nos intenta robar la libertad de un modo u otro. Si el pueblo no se levanta, lo haremos nosotras a golpe de navaja si hace falta.

Vamos a limpiar las calles, con sangre si hace falta y no, no nos podrán parar. Porque somos la voz del pueblo, somos su fuerza y cuando se den cuenta y despierten, no habrá paz para los malvados.



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