Metatrama de Málaga. Parte 1. - Málaga Nocturna

Metatrama de Málaga. Parte 1.

Metatrama Málaga I


El cambio ha sido algo que ha marcado la historia de la ciudad y la provincia. Ha pasado de manos Sabbat a manos de la Camarilla en más de una ocasión, y aunque los habitantes nocturnos hayan desaparecido hace tiempo, es útil saber qué fue de ellos.
Conocer el pasado sirve; no solo para saber lo que ocurrió, sino también para conocer el carácter de la ciudad y la provincia, además te tener una idea de lo que podría ocurrir. Como se suele decir, el tiempo es cíclico, y nunca se sabe cuándo todo puede volver a ser como antes…

Nuestra historia

La ciudad nació con el nombre de Malaka, de la mano de los fenicios, y en la forma de una colonia comercial y de explotación de recursos durante la expansión de esta civilización por el Mediterráneo. Tras la estela de los fenicios, los griegos llegaron igualmente a costas malagueñas, en menor número pero formando a la vez una pequeña comunidad cerca de la propia colonia fenicia.
Altares fenicios
El carácter pacífico que marcó la colonización, junto con los avances y conocimientos, tanto fenicios como griegos, además de las buenas relaciones con el reino de Tartessos se traducen en una avance comercial y cultural en toda la zona,  dándole una importancia y prosperidad a la zona lo suficientemente destacable como para que Malaka comience a ser conocida en todo el Mediterráneo.
No hay información sobre los movimientos de la Estirpe durante esta época, pero se puede deducir que existía una presencia Gangrel en la península, llegados desde el norte junto con los movimientos de las tribus celtas. Es de suponer que junto a los colonos fenicios y griegos llegaron vampiros con los mismos intereses de expansión, posiblemente de los clanes Brujah ,Toreador o Ventrue. También existen rumores sobre algún tipo de contacto con los Seguidores de Set del otro lado del estrecho.


Comienzan los cambios

Malaka en cuneiforme
Los cartagineses llegaron tras los fenicios y griegos, pero estos, al contrario que los anteriores, llegaron como conquistadores apoderándose de las ciudades y de los recursos con la fuerza de las armas. Cuando Cartago se apoderó de buena parte de la Península Ibérica, Malaka, rebautizada como Malaca, no fue una excepción.


La invasión cartaginesa trajo inevitablemente a la Estirpe a la península. Brujah y Lasombra llegaron en bloque trayendo consigo un conflicto en el que los vástagos más jóvenes se rebelaron contras sus ancianos, provocando una cruenta guerra que se alargaría en el tiempo. La guerra secreta entre chiquillos y sires fue intensa en la ciudad de Malaca, como ciudad portuaria, era una de las entradas a la Península y por lo tanto una vía de entrada para el bando que la poseyera. El gobierno cambió de manos entre neonatos y antiguos  en varias ocasiones hasta que finalmente los jóvenes tomaron el control con una coalición entre Brujah y Lasombra.

Roma a las puertas


Con la expansión del Imperio Romano, el final de las Guerras Púnicas y el consecuente final de Cartago, la influencia de Roma llega hasta la Península Ibérica donde se expanden sistemáticamente hasta ocuparla en su totalidad.
Málaga vuelve a ser un punto decisivo y gana una importancia considerable bajo el dominio romano. Se expande el puerto y la ciudad es utilizada como vía de comercio y contacto con el interior de la Península y el resto de puertos del Mediterráneo. La cultura romana arraiga en la zona, y esto se traduce en un importante desarrollo económico y social de la ciudad, hasta el punto de ser nombrada ciudad federal romana bajo la Lex Flavia Malacitana, recibiendo derechos y deberes equiparables a cualquier ciudad del imperio romano.
Junto con la expansión romana llegaron a la península los Ventrue que desplazaron rápidamente la coalición de Brujah y Lasombra. Los motivos de la rápida expansión Ventrue fueron la debilidad de la coalición tras la larga guerra contra sus antiguos y la unión de un importante número de Lasombra a las líneas romanas.
Lex Flavia Malacitana. 74 d.C.
El Ventrue Tito Publio II fue el conquistador y gobernante de Malaca en esta época. Era un vástago con ambición y ansia de dominios y grandeza. Había puesto sus ojos sobre la ciudad y decidió convertirla en su gran proyecto.
Con un gran esfuerzo, una más que considerable inversión de recursos humanos y de la Estirpe, consiguió el mando de la ciudad y comenzó a trabajar en ella hasta ponerla al nivel de otras ciudades importantes de Roma, no solo expandiéndose físicamente y mejorando su comercio, sino consiguiendo además la concesión de la Lex Flavia Malacitana.
El gobierno Ventrue de Tito Publio II fue próspero y duradero, apenas hubo contratiempos, y aquellos que surgían eran solucionados de forma rápida, contundente y práctica. Cuando la corriente cristiana llegó a la península Tito Publio vio posibilidades en este nuevo movimiento y no dudó en unirse. No sólo se adhirió al cristianismo, sino que lo defendió de forma activa, ganándose en cierta medida el apoyo de algunos miembros influyentes del clan Lasombra, que viendo las posibilidades de la nueva religión empezaban a introducirse poco a poco en sus estratos de poder.

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