Mis queridos malagueños:
Pocos
me conocéis aún. Mi nombre es Elba, del clan Ventrue. Me dirijo esta noche a
vosotros para informaros de los sucesos acontecidos las noches pasadas en la
ciudad de Sevilla.
Tomé
camino hacia ese lugar con el único fin de buscar apoyo para levantar nuestra
amada ciudad. Añadir, además, que varios malagueños decidieron hacer el mismo
recorrido con objetivos propios.
Antes
de nada, deciros que los antiguos se han levantado. Sí, así es. Una fuerza
mayor que no reconocimos hasta bien entrada la noche del viernes, nos convocó
en la plaza de la catedral junto a los vástagos de Sevilla y hasta el antiguo
Príncipe y sus chiquillos.
Ninguno
de nosotros entendía que estaba pasando hasta que los tres antiguos se hicieron
presentes entre nosotros para hacernos decidir entre: Camarilla, Asamitas y
Sabbat.
Pactos,
acusaciones e indecisiones. ¿Quién era de qué bando? ¿A qué bando elegir? Esas
eran algunas de las preguntas que rondaban en nuestras cabezas y que debíamos
resolver. El sábado se presentaba más controvertido que nunca.
NOCHE DEL VIERNES
La noche
siguiente llegó y, con ello, la decisión. Después de conversar entre los congregados,
nos reunimos en la catedral para despedir a Israel, chiquillo de Dreyfus, pues
había fallecido la noche anterior. Y allí sucedió todo.
Pero
eso no fue todo. Los anarquistas infieles a la Camarilla fueron acusados de
demonización y condenados a muerte tras una larga tortura. La Camarilla venció
y el Príncipe de Sevilla volvió a tomar el poder.
Finalizo
estas palabras para pediros que ahora, más que nunca, estemos unidos y
devolverle el esplendor y control a nuestra ciudad que un día tuvo.
Me
despido por esta noche, saludos:
Elba, de la Sangre Ventrue.
Chiquilla de Alonso Martínez,
Chiquillo de James. C. Hamilton,
Chiquillo de La Abadesa.
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