Tenía tanto que darte...

Mi pequeño lobo. Aun no te he visto la cara y ya te quiero. Aun no he oido tu voz y sé que será mi sonido favorito. Aun no te he olido y ya te echo de menos. Aun no he lamido la sangre de tus heridas y ya sé que eres lo más perfecto que voy a traer a este mundo. Aun no te he tocado y ya sé que no voy a querer separarme nunca de ti.

Tengo tanto amor que darte que siento que me desborda y quiero llorar, correr y reír a la vez. Y solo pienso en pasar las tardes contándote todas las historias y aventuras que he vivido. En llevarte al bosque y correr entre los árboles contigo a mi espalda. En acostarme a tu lado en las noches de invierno para darte mi calor y dormirme sintiendo tu aliento.

Pero nada de esto podrá ser. Me voy a tener que tragar ese amor y olvidar todas esas cosas, porque no puedo estar contigo. Y nada me duele más que esto. Preferiría que me desmembraran antes de que me apartaran de tu lado, que me quemaran viva si no voy a poder sentirte de nuevo.

No se cómo voy a ser capaz, ni sé de dónde voy a sacar las fuerzas para alejarte de este mundo, pero lo haré. Te pondré a salvo, porque esa es mi obligación como madre, como Ahroun y como Furia Negra. Es irónico, que lo que ha venido a completarme, tenga que apartarlo de mí. De pronto, lo que creía que había sido la mayor bendición de mi vida, no tiene sentido. Y maldigo el día en que Gaia me llamó a combatir. Ha hecho que tenga que renunciar a mi hijo, lo que más quiero. Y no es justo. Pero es necesario. Ojalá nunca te transformes ni tengas que conocer este mundo. Que seas feliz y con una vida plena y normal entre la Humanidad. Pensaré en eso cuando las ganas de abrazarte me hagan dudar.

Por eso voy a disfrutar de ti ahora que creces en mi interior. Y voy a intentar traspasarte todo mi amor y fuerza a través del cordón que nos une, para que algo se quede dentro de ti. Y que siempre puedas sentir que tu madre te amaba más que nada, y que lo hubiera dado todo por no tener que dejarte.

Te quiero hijo, y te querré siempre.
Tu madre,
Casandra, “Aullido-de-Guerra”.